Autor

PESQUEIRA
Pintores Contemporáneos
PESQUEIRA
Pesqueira Salgado, Manuel

( Lantañón, Paradela, Meis, Pontevedra, 7 de diciembre de 1911 - Pontevedra, 7 de febrero de 1988 )

Biografía
Nacido en el fértil valle del Salnés, desde el inicio de su formación en la Pontevedra de la época de la República y con Castelao como profesor de dibujo, Pesqueira se liga al Movimiento Renovador del Arte Gallego —los llamados Los Jóvenes— (Torres, Laxeiro, Maside, Colmeiro, Souto...). Esta relación marcará la conformación formal y temática del pintor, en el ámbito de la denominada “estética del granito”, desarrollada en un contexto en que muchos artistas gallegos querían recoger un modelo de arte que combinara fórmulas innovadoras con elementos del carácter popular y etnográfico, elaborando escenas que ensalzaban los caracteres locales: paisaje, construcciones, tipo físico... Este camino es el escogido por Pesqueira para erigir la especifidad de una consciencia vernácula, que tiene en el arte popular, en el románico y en el barroco los referentes, con evidente influjo inicial de la obra de Manuel Torres y de Laxeiro, ambos artistas figuras singulares en la Pontevedra de los primeros años de actividad de nuestro pintor.

Después de la Guerra Civil, en que nuestro pintor pierde el brazo derecho en el frente de batalla, asistimos a la creación de sus primeras obras relevantes, trabajos de una áspera expresividad. Son pinturas cercanas en especial a la obra de Torres y también con un referente escultórico notable. Al mismo tiempo, podemos reconocer ya esas figuras populares que llenarán su mundo pictórico de manera permanente para lo que utilizara una paleta de tonos terrosos y oscuros, trabajados con densidad áspera, al servicio de un mundo con mucho de antropológico. Pesqueira será leal a este lenguaje y temas, con fuertes dosis de expresionismo.

La visión de conjunto de su obra evidencia la absoluta coherencia de su proceso pictórico, fiel a los mismos principios figurativos y a los mismos motivos temáticos, que constituyen auténticas series. Reelabora temas populares, en ocasiones con una rotundidad de tallista, pero dando importancia fundamental a la fragmentación del plano por líneas sucesivas. Como en otros compañeros de generación, el vínculo con la tradición popular es manifiesto de modo que hace confluir en simbiosis la figura humana con la tierra (Paisaje con viñas, 1965; Labradores, 1968), a veces con fuertes dosis de hieratismo (Familia, 1968).

En esta línea es bien relevante la elección frecuente de figuras femeninas arquetípicas, que entronca con las que realizan todos Los Jóvenes, representaciones de mujeres que sirven para clavar la obra de arte en los fundamentos más hondos de la tradición (vírgenes románicas, populares y barrocas) y también para situarlas en el simbolismo eterno de la mujer (diosa madre, virgen, madre-tierra) y en esa Galicia “nai e señora, sempre garimosa e forte” que cantaba Ramón Cabanillas.

Durante toda su vida, Pesqueira va a ser fiel a estos presupuestos, dando una mayor primacía, progresivamente, a los valores cromáticos, sin modificar los principios esenciales de su estética. Apenas al final de su trayectoria —finales de los setenta y comienzos de los ochenta— nuestro artista abre su pintura para recoger ecos de un expresionismo baconiano y realiza algunas de sus mejores obras.