Autor

ACUÑA
Escultores
ACUÑA
Acuña López, José María

( Salcedo, Pontevedra, 4 de abril de 1903 - Vigo, 4 de junio de 1991 )

Biografía
Es la escultura un arte de emociones contenidas en el material. Una acumulación de fuerzas que emergen de la materia bajo la huella de su hacedor. José María Acuña hace de cada una de sus marcas en ese bulto un gesto, el gesto de quien hablaba y escuchaba a través de esa materia con la que interpretaba el mundo, incapacitado como estaba desde su sordomudez para hacerlo de manera física. Una condición que en su obra se entiende como un acicate, un empujón para gestionar cada pieza como un mensaje, una narración de quien tanto tuvo que contar a lo largo de su vida. Cada una de sus obras es un diálogo con la sociedad a través de sus personajes. Seres que habitan un amplio relato vinculado a una tierra y a sus tipos más característicos.

Desde niño, en su parroquia natal de Salcedo, en Pontevedra, los vecinos ya entendieron que aquel crío poseía un talento artístico poco frecuente y que ya no dejaría de crecer. Realiza sus primeros estudios en el Colegio Regional de Sordos y Ciegos de Santiago de Compostela y en esa ciudad establece un vínculo que de una u otra manera le acompañará a lo largo de toda su vida con el escultor Asorey. En 1923 una beca de la Deputación de Pontevedra le permite realizar estudios en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, al tiempo que participa en diferentes muestras colectivas en la capital y en Galicia. En el centro compostelano que acogió sus primeros estudios ingresa como profesor en 1930 y tres años más tarde realiza su primera exposición individual en Pontevedra. Sigue trabajando con Asorey, colabora con la prestigiosa Cerámica Celta de Pontecesures y se aleja, durante los años de la dictadura, de la actividad expositiva, centrándose en su labor como maestro de numerosas generaciones de niños que tenían problemas de habla y audición y que nunca pudieron pensar en un mejor profesor y pedagogo. En los años setenta su obra comienza a reivindicarse y a mostrar toda su potencia desde una madurez que le lleva a formar parte de diferentes Bienales de Arte en Pontevedra, realizando numerosas exposiciones en toda España. Llegan los reconocimientos desde lo artístico, pero también como maestro, y sus obras salen de las galerías para instalarse en diferentes espacios públicos, como ese simbólico Monumento al Peregrino en el Monte do Gozo. En 1990 recibe la Medalla Castelao.

Las dos piezas de José María Acuña que forman parte de la colección Afundación, Irmaos y Madre Xitana son un perfecto modelo de su trabajo realizado en los años setenta. Por un lado la mujer, uno de los ejes de su obra, una mujer dulce y tierna, en el caso de la modelo joven, y la mujer madre, la representación femenina de Galicia como tierra madre. También la presencia de la infancia es otra de sus componentes habituales. Su cariño por los niños está muy presente en su trabajo, en la recuperación de esa inocencia que como un gran tesoro se ve amenazado por el mundo adulto.

Acercarse a sus piezas es dar vida a sus dibujos, labor muy desconocida de su trabajo, pero en la que era un destacado creador. Esos dibujos, como paso previo a la obra escultórica, son un bosquejo de la vida, el apunte de quien sentía e intuía desde un alma artística que brotaba cada vez que hundía sus utensilios de escultor en esa materia que ya se convertía en eterna en su paso definitivo a ese bronce que entendía como muy pocos en nuestra tierra. Sus obras permanecen como un canto de amor a una tierra y a sus gentes, en definitiva, a la humanidad.
 

Información

Arte Manz - Espacio de arte
Paseo Marítimo 3, Bj.
A Coruña
Tfnos.: 630 232 983
Email: artemanz@artemanz.com

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